En casa, el arroz nos gusta en cualquier de sus versiones, da igual, la cuestión es que sea un buen arroz con buenos ingredientes que lo acompañen.
Y como no, el risotto también nos encanta, con la cremosidad que le caracteriza, con ese toque de parmesano acabado de rallar que se funde solo con ponerlo sobre el arroz y al mezclarlo le da la cremosidad que caracteriza a los risottos.
Ideas!
Poned las setas que más os gusten, si son de temporada mucho mejor.
El risotto base, se prepara con arroz, cebolla, caldo y parmesano, a partir de aquí que vuele vuestra imaginación (quesos, setas, especies, verduras, carnes, pescado, marisco…)
Las mejores variedades para preparar un buen risotto son el Carnaroli y el Arborio, son unas variedades con alto contenido de almidón, cosa que nos ayudará a dar cremosidad al plato y tienen el grano corto y duro, que absorverá bien el líquido y aguantará que lo vayamos mezclando constantemente sin romperse.
Ingredientes
300g arroz Carnaroli
1 cebolla
3 ajos
400g de setas (yo he utilizado Portobello, shitakes y unos níscalos que tenía en conseva)
1 rama de romero
2l de agua
50g de mantequilla a temperatura ambiente
Parmesano
Fruitos secos crudos variados (almendras, avellanas, pistachos, nueces, piñones, pipas…)
Aceite y sal
Vamos a ello!
En una olla, ponemos el agua y la mitad de los Portobello cortados a lámines, el romero, dos ajos y un chorro de aceite y a fuego medio lo levamos a ebullición.
En una cazuela con aceite, pochamos la cebolla cortada pequeñita hasta que empiece a dorarse. Añadimos el ajo cortado muy pequeño i lo pochamos todo junto un momento.
Añadimos los Portobello reservados y los shitakes laminados y sofreimos todo junto hasta que empiecen a dorar.
Añadimos el arroz y lo nacaramos, lo sofreimos junto a la cebolla y las setas hasta que quede ligeramente transparente y brillante.
Comenzamos a añadir el caldo, un cucharón cada vez, sin deijar de remover hasta que lo haya absorbido y seguidamente añadimos otro cucharón de caldo. Repetimos el proceso hasta pasados unos 18 minutos que el arroz estará suave por fuera y al dente por dentro.
En este momento, apagamos el fuego y añadimos la mantequilla. Lo mezclamos bién, hasta que la mantequilla esté totalmente integrada. Rallamos el parmesàno por encima y meclamos bién para qué se funda y se integre y nos dé cremosidad al risotto.
Con un mortero picamos ligeramente los frutos secos y los tostamos en el horno o en una sartén y los ponemos por encima del risotto.