Me encantan las croquetas y desde que me las hago yo en casa, las otras no me gustan.
Una buena croqueta debe tener un rebozado crujiente y un interior cremoso. A mi me gusta que se note de que están rellenas, por lo que el relleno no lo trituro, el pollo, el pescado, el marisco, las verduras… que le pongo dentro siempre está cortado a cuchillo, pero esto va a gustos claro!
Hoy las he preparado aprovechando los restos del pollo asado del otro día, lo que hice fué sustituir las patatas de la receta por zanahorias.
Ideas!
Las croquetas se pueden hacer de prácticamente cualquier cosa, yo intento aprovechar los restos de algún asado o si ha sobrado un trozo de pollo al ast.
Podéis variar el rebozado para tener diferentes tipos de crujixente o de sabores, podéis substituir el pan rallado por panko o quicos o cereales triturados, podéis añadir sésamo y frutos secos.
Ingredientes
1/2 pollo asado, sus verduras y jugo de cocción
100g de harina
50g de Maizena
500ml de leche
Harina
Huevo
Pan rallado
Vamos a ello!
Cortamos las verduras del asado bién pequeñas y las sofreímos con el jugo.
Cortamos el pollo pequeño, ya os he comentado que yo lo corto a cuchillo, pero lo podéis picar con el procesador de alimentos, y lo añadimos a las verduras.
En un bol, mezclamos las harinas y la leche y lo incorporamos en el pollo. Lo mezclamos durante unos 10 minutos hasta que la masa coja cuerpo, la rectificamos de sal.
Cuando se despegue de los lados de la cazuela ya tenemos la masa a punto.
Pasamos la masa a una bandeja y la filmamos a piel (que el film toque la masa para que no se forme una película reseca) y la dejamos en la nevera un par de horas (o hasta que la masa esté fría).
Ponemos la masa en una manga pastelera.
Ponemos harina en la mesa y hacemos churros con la masa en cima de la harina, la cortamos y la enharinamos.
Pasamos las croquetas por huevo batido y pan rallado.
Ahora ya las podemos freír o congelar.